martes, 20 de noviembre de 2007

Resumen del segundo par de textos

3-“Manual de economía política: el mecanismo de investigación científica” (G.Longo)

a) Conocimiento e investigación: iniciado a partir de los hechos (una “mínima elaboración teórica o inquietud cognitiva”), corresponde a la investigación desentrañar la esencia y las relaciones entre los hechos y fenómenos observados. ¿Cómo?

-En primer lugar, a través de la observación y la recogida de datos que, “liberándonos” de prejuicios en la medida de lo posible para reducir el “velo de la ignorancia”, constituyen el material cognoscitivo.
-A lo anterior sigue la formulación de una hipótesis explicativa de los datos recogidos, dando pie a la “fantasía creadora[1]” [imágenes subjetivas, no directamente observadas en la realidad social] que permite, por un lado, conocer la realidad social porque, como la fantasía asume la libertad de creación mental subjetiva (hipótesis), su posterior contraste verificará o no la validez de las hipótesis propuestas y, por ende, su relación con la realidad social observada. Por otro, modificarla, en tanto creación mental “autónoma”, puesto que también se puede elaborar la construcción de su pretensión, expresión de la condición humana como “sujeto activo-creativo”.
Para mantener una coherencia lógica dentro de la fantasía, la intuición se revela fundamental, ya que restringe las versiones “autónomas” de la realidad científica a los aspectos más verosímiles (dentro de los límites del conocimiento) o racionales (dentro de la propia creación)[2].
-Posteriormente, es indispensable la comprobación rigurosa de la correspondencia entre las hipótesis observadas y la realidad de los hechos, ampliándose la observación y la autocrítica teórica y, a diferencia de la primera indagación, la intervención “directa” del investigador sobre los fenómenos observados[3].
-Nueva formulación de hipótesis, modificando o sustituyendo las iniciales a partir de la comprobación de los hechos.
De todo lo anterior se sigue que teoría e investigación se alimentan mutuamente pero obedecen a niveles distintos de conocimiento, necesarios dentro de la ciencia pero, a su vez, sin confundir sus ámbitos analítico (teórico) y descriptivo (empírico).

b) El “orden” de la investigación: los hechos son la base de toda investigación, aunque al iniciarla se parte de presupuestos teóricos o conceptos primarios y, sin embargo, son aquéllos los que permiten una elaboración teórica inicial, que sirve de punto de partida y como “guía” a la investigación. Respecto a ésta, hay que señalar que es colectiva, ya que utiliza conclusiones y elaboraciones de otros científicos como partes integrantes de la suya, que a su vez servirán para otras investigaciones científicas, sociales y humanas: la investigación, individual o grupal, es colectiva como parte de una comunidad científica en continua revisión dialéctica e histórica, como influjo dentro de los “todos sociales” que investiga y acerca de los cuales tiene relevancia y, por último, como parte inseparable de un “todo científico” reflexivo y cognitivo acerca de la existencia humana. Se elabora así una dialéctica de “verdades relativas” acerca de la “verdad absoluta”; a mayor investigación (colectiva) social, más nos acercamos a la verdad absoluta, ya que ésta siempre está contenida parcialmente en las verdades relativas[4]. Puesto que se parte de retroalimentaciones colectivas, el “todo es más que la suma de las individualidades”, ya que también es pensar en investigación alterna, y, sin embargo, para usar otras investigaciones:

-Debe existir una elaboración propia, o de lo contrario no servirá como dialéctica científica. Se parte de una cuestión propia o inquietud pensante, que oriente y se vea orientado por la teoría y propuestas como argumento dialéctico; si no existe esa orientación, la suma de argumentos “sin rumbo” puede crear una confusión múltiple[5].
-Hay que considerar la evolución histórica y la diferencia en los significados conceptuales, por lo que hay que sistematizar, actualizar y explicar los conceptos previos, como una reelaboración constante[6].

c) Conclusión: teniendo toda ciencia un objeto de investigación [el suyo propio] para el cual utiliza un determinado método, dando una determinada visión científica de la realidad [compuesta de hechos y relaciones comprobados científicamente, los deducidos lógicamente, hipotético-temporales e integradores de esa visión en un todo coherente], lo esencial es el método científico, ya que lo que persigue es dar una visión de la realidad cada vez más exacta y rica, debido a dos fenómenos:
-A diferencia del objeto[7], el método evoluciona con cada etapa de desarrollo científico y con las nuevas visiones de la realidad, ampliándose y modificándose la visión ofrecida de la misma, generándose una sustitución cualitativa, al introducir las visiones más comprensivas (verstehen) de aquélla.
-Su síntesis no da “distintas visiones de la realidad”, sino aproximaciones más exactas de la realidad social como un “todo histórico”, puesto que se renueva sucesiva e históricamente acerca del sector estudiado de la misma: “todo lo etéreo se va disolviendo en el aire”.

4-“Ciencia y método” (R. Carballo)

El significado de la ciencia: como actividad humana y social, como esfuerzo consciente, el significado y sus objetivos se centran en construcciones personales/colectivas y siempre sociales, que son inmanentes o históricas, están limitadas a la inmanencia histórica humana. Además, bajo la apariencia científica se han construido formas de dominación social[8], aislada de la praxis social y ocultadora de su especificidad potencialmente universal e intersubjetiva, el método.

a) Ciencia y progreso: partiendo de una reestructuración constante de la metodología científica, la observación y comprensión de la Naturaleza constituye el punto de arranque de la libertad, de ahí que sea vida, como intento sistemático, acumulativo y retroalimentado del conocimiento, y muerte, al demarcar su definición y establecer mediante mecanismos rígidos sistemas de dominación, en lugar de ciencia como retroalimentación acumulativa de las teorías científicas, inherentes a su inmanencia histórica, lo cual es visible respecto al progreso, pues, en lugar de una progresión renovada, la fe ilimitada en él y la perversión pseudocientífica establecen jerarquías despóticas. En este punto podría plantearse la cuestión del conocimiento científico como libertad o esclavitud[9], y más aún, llevar a las últimas consecuencias la naturaleza científica: si lo que se persigue es la comprensión de la naturaleza y de “lo social” a partir de la sistematización, consciencia y autolimitación metodológica, desde esos mismos presupuestos metodológicos renovados se podría llegar a una crítica científica de la propia ciencia, lo cual suele ser más extraordinario, a pesar de que sea inseparable de la investigación científica.

b) Ciencia y concepción del mundo: la ciencia, como modo más sistemático de concepción del mundo, se distingue por el método, anclándose en él puesto que es lo único que ofrece la verdad histórica y relativa, y también los instrumentos de sustitución/adecuación al esquema sucesivo.

c) Método e ideología: ésta inspira a aquélla y “deforma” la ciencia. La comprensión científica está sujeta al componente ideológico en cuanto historicidad del objeto, de sujeto y la propia ideología, de lo que se seguiría:
-Primero, la dificultad de determinar filtros anti-ideológicos. ¿Cómo se puede limitar la influencia de la misma o el carácter más o menos científico? Es decir, en qué medida el grado de influencia reduciría el grado científico.
-Segundo, que aunque el método fuese científico, podría no ser suficientemente riguroso, dejando al arbitrio del “aparato ideológico” la investigación.

d) Etapas del método científico:

-Existe un acto cognoscitivo pre-analítico o “acotación de la realidad”, dentro del marco espacio/temporal y teórico, una base teórica sujeta a la influencia del tipo de concepción del mundo y a la motivación o influencia personal [de lo biogénico a lo psicogénico y a lo sociogénico].
-Después la observación de los hechos [con “percepción sensible”] será seguida por un proceso teórico de abstracción o inferencia inductiva, en el que se clarifican y describen los elementos y sus relaciones, hasta concluir en una síntesis teórica hipotética.
-Desarrollo deductivo de la misma, a partir de un proceso de concretización [inferencias inductivas, deductivas y reductivas] que deriva en la configuración de una nueva síntesis (teoría o modelo teórico) depurada de los elementos falsos, una vez se verifican (o falsan) los válidos: un resultado que es, y que hay que considerar, histórico.
-Como punto final, la investigación exige la contrastación intersubjetiva, una exposición a la comunidad científica en modo formal y concluyente, a partir de una síntesis estructurada que, pasando de lo más general a lo más particular, ofrece la totalidad histórica y las relaciones de los elementos investigados, su inmanencia.

e) Método de investigación y método de exposición: mientras que la investigación abarca todo el proceso del conocimiento científico, la exposición es sólo posible una vez es culminada la primera etapa de aquélla, su proceso dialéctico renovado: una vez se parte de una base teórico-metodológica y se “desmenuzan” (materialismo) sus elementos para, contrastados empíricamente, darles una síntesis lógica e interrelacionada (dialéctica). Sólo configurada ésta puede procederse a su método expositivo y aprehensivo de la misma investigación[10]; la explicación y descripción de la “unidad de lo diverso”, de su totalidad, podrá ser confirmada y expuesta plenamente como corolario de aquélla, a pesar de que, la misma “totalidad” [incipiente] haya sido parcialmente el punto de origen de la investigación.



[1] Dando pie porque, desde la conceptuación hipotética hasta la búsqueda de más hechos y nuevas propuestas teóricas, se configura una retroalimentación dialéctica en todo el proceso.
[2] En síntesis, podría darse por buena la frase “no existo para mí, existo para que los demás no desvaríen” (GALIANI), manteniendo la coherencia “lógica” con la observación y la razón.
[3] Porque no se trata de hechos sociales neutros u objetivables, sino dentro de las hipótesis propuestas. Sin embargo, habría que precisar que, tanto en una como en otra observación, el investigador interviene y “es intervenido” por la propia realidad social, ya que se ve condicionado por la sensibilidad perceptiva y acota los procesos más observables para sí mismo, influido además por todo el conocimiento científico acumulado al respecto.
[4] Desde una perspectiva que encuadre la investigación social como un “todo acumulado, renovado constantemente y colectivamente dialéctico”, la aproximación a la realidad social no consiste en una suma de las aproximaciones parciales sino en “algo más”, ya que las mismas aproximaciones no se van aunando cual puzzle, sino que van dándose forma de modo coherente y revisado acerca de la realidad histórica concreta.
[5] De ahí la crítica que, a salvo de las propuestas imprescindibles [aunque siempre sujetas al impulso unilateral], puede hacerse al método educativo de pasividad inútil.
[6] Dentro de los marcos epistemológicos, Boaventura de Sousa Santos propone una “Teoría de la traducción” que emancipe los conceptos de desviaciones inoportunas, de cara a una mayor integración de la indagación científica. Ver op. Cit.
[7] Algo que también es cuestionable, ya que su mayor o menor variación estaría en relación intrínseca con el nivel de abstracción elegido y, como objeto histórico, también está sometido a su inmanencia histórica. Podría añadirse que las construcciones de la realidad social también son históricas, esto es, influyen sobre la percepción científica en modo histórico, en palabras de Sacristán, “como la concepción del mundo interviene sobre el conocimiento científico”.
[8] Por cuanto se cae en un culto trascendental de la “ciencia”, lo que elimina su condición de tal, y además se perpetúa jerarquía científica mediante la opacidad terminológica y metodológica: “nombrar [y no hacerlo] es mandar”.
[9] Desde nuestra propia perspectiva, el conocimiento científico siempre es LIBERTAD en cuanto la ciencia hace caer [o debería], progresivamente, el “velo de la ignorancia” y los presupuestos dogmáticos, pero también nos hacemos esclavos de su propia lógica científica, obligándonos a ser más libres. Además, cuanto más conscientes somos de la libertad científica, tanto más de la esclavitud de lo que ignoramos y, cuanto más científicos, más conscientes de los estrechos márgenes de esa libertad, es decir, más libremente conscientes de nuestra esclavitud.
[10] Superadas todas las “fases” y sintetizado el proceso, la exposición científica puede pasar de lo más abstracto a lo más específico, exponer sus relaciones inherentes a la totalidad observada y concluir su armazón o lógica coherente.

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