miércoles, 31 de octubre de 2007

Lastre económico

Miércoles, 31 de octubre de 2007
"Una persona no sabe los miedos que tiene hasta que se queda sólo".
"La religión [el Paraíso, diría yo] es el ropaje lujoso con el que visten al vacío para que no nos asuste" (B. Pérez Galdós, Miau.)
Nos ponemos a la cuestión de las noticias sobre el Sistema Económico Español y sale el "tridente" maldito de la economía nacional (lo de nacional lo voy a decir bajito que algunos oyen nacional y vuelven a reclamar las estatuas de un dictador asesino): el empleo (femenino sobre todo), la vivienda y los problemas de los inmigrantes para desenvolverse a duras penas entre nosotros.
El primer problema se vincula al carácter patrimonialista de los negocios, que no empresas, de los "patronos" españoles. Trabajos precarios y de exterminio social, carreras imparables por una supervivencia artificialmente creada, una guerra social sin precedentes, cuando su negocio (o en otro caso, su empresa) depende de la producción y conocimiento colectivo: era una de las contradicciones del sistema capitalista, para Marx, que esas relaciones sociales que constituyen el capitalismo (relaciones de producción social) fueran apropiadas individualmente bajo la extracción de plusvalia y el blindaje de la propiedad privada. También sale a colación el "tirón de orejas" de la Comisión Europea al Gobierno por la carencia de I+D. Además del aludido despilfarro de fondos, una cuestión relevante es la diferencia de I+D: es una vergüenza, desde el progreso y la democracia, que se destinen monstruosas partidas presupuestarias a la innovación militar y cantidades tan irrisorias para investigación "civil". Respecto a la desigualdad, cuantitativa y cualitativa, en el empleo femenino, creo que no sólo es una rémora "nuestra", y me explico. La Iglesia católica (a ver cuando se evita su arbitrariedad y mangoneo de una vez por todas, a todos los niveles) ha tenido mucho que ver en los valores patriarcales y de dominación de esclavitud que padecemos. Pero también hay que tener en cuenta (y lo he echado en falta, por carencia de tiempo hoy) que, en perspectiva comparada, la mujer ha sido (y es, y más en España) el gran soporte del Estado de bienestar. En un Estado Social "a medias" (como el nuestro), en medio del interregno entre la época dorada, la crisis y el desmantelamiento del Welfare State, su configuración de baja densidad no podía sino hacerse con la "connivencia" (obligada subordinación) del "par femenino", la duplicación progresiva del trabajo de las mujeres con una doble condición de expropiación: desigualdad-explotación laboral y negación-subordinación doméstica. A medida que se va incorporando al mercado de trabajo, las desigualdades se hacen manifiestas, además de poner en claro el carácter de "infraclase" que el sexo representa, alimentado por la conciencia doméstica ("a disposición de tu marido y Señor", rezaba un catecismo de los años cincuenta. Luego hablamos de las fatwas fundamentalistas), el carácter de clase que ejerce el catolicismo y las consecuencias que en la consciencia todavía tienen los cuarenta años de integrismo nacional-católico (segunda vez que lo digo: ya explicaré el carácter de clase de esa explotación sobre la mujer. Sin embargo, en contra de lo que puedan creer algunas personas, no se trata de una "rajada" sobre las teorías marxistas-feministas sociológicas. Simplemente se trata de una coherencia lógica con su posición en la estructura de clase histórica. Ya lo argumentaré).
Los otros dos puntos capitales del sistema (mejor dicho, de sus fallos) son el problema de la vivienda (y sus dificultades de acceso Vs políticas de vivienda progresivas en Euskadi) y el del trabajo para la inmigración (también las hipotecas para ellos). Respecto a la primera cuestión, además de las lamentables políticas desarrolladas, lo "poco" orientado hacia la vertiente de la vivienda hasta fechas recientes ha sido la cuestión de la "propiedad": ¿por qué la propiedad privada y la hipoteca de por vida en lugar de un fomento público a los alquileres bajos? Está claro que al precio que se pagan los alquileres, comprar un piso "resulta más barato", ¿o no? ¿Por qué la propiedad y la seguridad [menuda contradicción lógica, a mayor riesgo sistémico, que es creciente, mayores alusiones a la "seguridad". Infame] de la vivienda y no la libertad del alquiler? Es cierto, las políticas (no) desarrolladas tienen culpa, pero aquí también somos hijos de, y adoramos a, San Posesión, hegemonizando el "tener" el "ser social", constituyendo nuestro "ser", pasando incluso a ser normalizada por la conciencia de esos inmigrantes que, situados en una posición de infraclase [aunque esto cada vez se generaliza más a la clase trabajadora], encima pagan más por su "deseada" hipoteca. En esa tripleta reside el peso muerto del sistema...En eso y en la parte ocultadora, de "falsa consciencia", del "Aparato ideológico del Estado", que palia o atenúa ese carácter primordial de los auténticos problemas sociales: cuando la cuestión no es un empleo seguro y coherente con un modelo productivo estable, sino si "España se rompe", la unificación y centralización del debate sobre el problema real explota en chorradas fragmentadas, "virtualidades" conflictivas que nos alejan, más y más, de una verdadera (no manipulada) construcción social de la [nuestra] realidad. Hasta mañana, gente.

domingo, 28 de octubre de 2007

Ser social

"Vuestros compañeros son mejores de lo que pensabais...son cojonudos". Esto es una frase extraída de una de las primeras clases de Sistema Económico Mundial, que viene a cuento de lo que el otro día se decía respecto al modelo de egoísmo individual del capitalismo. Vamos a ver...malo, si los compañeros son mejores de lo que pensábamos, después de tres años en esta facultad, mal vamos. La "gente" no es "mejor o peor" de lo que se piensa, y menos en cuestiones de trabajo y conocimiento: dejaremos que la experiencia nos lo diga. Mi opinión es que, por defecto, el ser social es...social, dejémoslo ahí, estámos "condenados" por lo menos a la reciprocidad (yo creo que, por defecto, el "ser social" es bueno, pero eso es otra historia). Pero visto lo visto, entre la mentalidad del "piensa mal y acertarás" y el individualismo caníbal en el que estamos inmersos, ese no debe ser el pensamiento "colectivo", a tenor de los asertos respecto a la frase anteriormente mencionada. Bueno, esto se trata de tener coherencia social, aunque sea a contracorriente. Ya que mencionamos autores, Rousseau decía que el contrato social era "falso" porque ni desnaturalizaba al hombre del todo ni lo socializaba por completo (ya hablaremos de Rousseau y de su tergiversación). No vale decir que todos nos entendemos "seres sociales" para un rato y luego no cargarnos de voluntad colectiva (voluntad general) para seguir adelante o cuestionar las "obviedades sistémicas". No quedarnos ahí, para justificarnos después con un "es que somos muy consumistas"...o estamos inmersos en un sistema del que no podemos escapar...somos "víctimas". Somos víctimas sí, pero de nosotros mismos y de nuestra hipocresía social. Guerra social atomizada, consciencias agresivas en pos de un "enemigo invisible". Hasta que ese enemigo no torne en nuestra consciencia de ser social en el (alter) otro ser social necesario, pero de verdad y no para un "rato", no sirve. Que en este lugar las trabajadoras (es que en este caso son todas mujeres) de la limpieza tengan que limpiar casi entre mierda y arcadas, al mismo tiempo que nos "asombramos" de que el otro sea mejor de lo que pensamos (un poquito de humildad y de coherencia, leñe!), da vergüenza. Espero que eso se borre, espero que esta facultad continúe siendo un lugar de debate (y no de seguidismo personal), deseo que algún día la consciencia social (al menos en Somosaguas) pueda tornar contraequilibrio del "poder intelectual"...pero antes hay que borrar el pesimismo antropológico, no un poco para "a ver qué pasa". Hay que destruirlo. Seguiremos en contacto.

jueves, 25 de octubre de 2007

¿Largo o corto plazo?

Aparecen los "síntomas de actualidad" y comenzamos a tirar del hilo. El cambio climático, los recursos naturales y la increíble rentabilidad de los recursos energéticos y naturales, que además garantiza posiciones de monopolio creciente. Pero los recursos naturales han sido siempre el sustento del capitalismo, su "razón de ser"; cada forma o modo de producción capitalista, en su forma superior, se ha organizado en torno a un recurso natural hegemónico. De ahí que del cambio climático fuéramos a los conflictos por las luchas de poder que mantienen los Estados de cara a la consecución de estas fuentes de energía. Una vez más, los ingleses han sabido tirar por "la calle del medio" y se han echado al monte, en vez de competir por los recursos más cercanos se han ido a los casquetes polares más lejanos, pero también sin apenas follón. Claro, entre el cambio climático y Londres, se llega a un canal de comunicación, vía "contagio contaminante", con la Unión europea, y al hilo de los Fondos de Cooperación (estratégicos y orientados al futuro) aparece una nueva cuestión: "el capitalismo sólo es eficiente porque funciona a corto plazo, o mejor dicho, sólo se es eficiente en el sistema capitalista con una mentalidad de rentabilidad a corto plazo". Parece bastante lógico, pero a mí me chirría algo, hay algo que no... "Un sistema mundial basado en el egoísmo personal (individual) sólo es viable para las personas que miran el "corto plazo", aunque en períodos de crisis se producen previsiones estratégicas que aúna el futuro del grupo, creándose procesos de solidaridad espontánea y coyuntural". Ahora sí, esto tampoco es así, puesto que se dan situaciones en las que, ante crisis episódicas, se producen guerras de "estado natural" y más que solidaridad se genera exterminio espontáneo. Entonces, ¿qué es a corto y a largo plazo del capitalismo? Bueno, desde una óptica a medio/largo plazo, el conocimiento, la cooperación y la planificación requeridas serían un obstáculo a la mentalidad de rentabilidad "para ayer" del capitalismo...del capitalismo financiero, diría yo. Una cosa es que la ganancia a corto plazo sea su coartada, eso es seguro; de esa forma las adaptaciones, regulaciones e integraciones o represiones a las alternativas son más legítimas, al estar más "socializadas" (mentalmente más aplastadas por esa hegemonía cultural). Pero, para estabilizar una estrategia a corto plazo, debe existir "algo" que permita respaldar a "largo plazo"; si lo que se configura es un sistema mundial en el que los Estados son esenciales para el desarrollo capitalista (proporcionan seguridad y oportunidad-Taylor), entonces existe un macromarco estructural (ahora global-regional o global-local) que permite una extracción a corto plazo. Pero ese darwinismo social es posible sólo porque existe un excedente que insta a un rendimiento a (cada vez más) corto plazo, permitiendo pensar en el más allá y cuyo pensar (a largo plazo) ha sido, es y será imprescindible para las reestructuraciones de los períodos críticos del sistema. Curiosamente, como otra de sus falsas legitimaciones y (enésimas) contradicciones, ni todo es "corto plazo" ni se hace para una libertad real del mercado (ni de los "iguales participantes de la oferta y la demanda"). Si no existe corto plazo no existe largo plazo y, dado que el capitalismo se redefine y adapta a largo plazo pero construye una memoria "amnésica", la falacia cortoplacista entra (también) en contradicción con un acicate incipiente: el ahorro (imposible) para la inversión.

domingo, 21 de octubre de 2007

Símbolos de clase

Recientemente han aparecido estudios y noticias en prensa "más dudosa" que son concluyentes: la desigualdad social aumenta a una velocidad considerable, una diferencia en flecha respecto a los escasos que más tienen y la gran base social que dispone de menos. En esa diferencia de clase siempre me ha llamado la atención una cosa: la supuesta "evidencia" de la correspondencia entre posición en la estructura de clase y la simbología o semiótica de la vestimenta. Dado que hace mucho tiempo me lo he preguntado pero no tenía medios de observar (o quizás la vertiente sociológica de la carrera despierta ese instinto de "encuesta"), este verano me decidí a analizarlo en el trabajo. En un empleo en el que predomina el imaginario de clase en función de los (supuestos) símbolos que la misma supondría en el consumo visible, como es el transporte de mercancías, la asimilación es clara: con traje y vestido los oficinistas, y de modo más "informal" los mozos de almacén (otra cosa igual, no hay prácticamente personal femenino en los muelles). Con un pelín de mala leche pero sin exagerar la indumentaria (ya que nunca voy "disfrazado" de oficinista), me dispuse a verificar mi (simple) hipótesis. Efectivamente, la mayoría de los cuestionados (o sus reacciones) presumían que era de la "segunda clase" simplemente por mi aspecto, obstruyéndome el paso incluso al edificio mismo de las oficinas sin identificación alguna. En fin, la formación del "otro" amigo en la identificación de reciprocidad a partir de los símbolos de clase que permite también la organización colectiva, fragmentada en compartimentos individualizados o reducidos y con aspecto "robótico". Y lo más gracioso del tema es que, al confundirme con los trabajadores-operarios de los muelles de carga, estaban dando pie a una transposición de la estructura "visible" de clase: asumido ese paralelismo, ¿qué ocurriría con símbolos inversos? Una confusión de la posición de clase, de la supuesta estructura de dominación laboral, "víctima" de esa supuesta identificación de "sentido común". Y lo más tenebroso es que, a pesar de la desigualdad y obviando las exigencias de los trabajos, la "distinción" de clase es asumida tan bien por el mismo trabajo que, finalmente, se tiende a una imitación, alejándose de su "supuesto" paralelismo (intentándose acercar al modelo dominante, más que ser coherente con la propia posición estructural). Pero esto vale también para otras formas de consumo; en fin, pensamientos varios...

miércoles, 17 de octubre de 2007

Crisis sistémica mundial

La globalización se estructuró a raíz de un proceso de acumulación primitivo (un beneficio "inmediato" e improductivo), con las inmobiliarias como motores de la economía mundial, que se articula con el petróleo como eje energético fundamental, determinante de la estabilidad o conflictividad del propio sistema. Observando la "geografía económica", podemos observar la crisis inmobiliaria de los EEUU como un primer indicio de la crisis mundial, y como apuntábamos anteriormente, estrechamente vinculada a la subida imparable de los precios del petróleo.
¿Hacia una crisis económica "total"?
Veamos, en el Norte la crisis estadounidense denota la ineficacia de un modelo que sólo se sostiene mediante el capital financiero entrante, que equilibra la balanza comercial negativa y permite "sujetar" la economía por su consumo sobre el resto del sistema mundial. Una crisis que arrastra a los Estados de Bienestar, inmersos en su propio declive, acicatado por su insistencia en agravar sus propias contradicciones al insistir en la política monetaria (atada también a esta crisis). Tomando el petróleo como determinante fundamental y la crisis como indicador, podemos establecer varios "frentes":
-En África, la sobre-explotación y la desertificación, sumada a la extracción de sus propios recursos (en los que el Sudeste asiático juega un rol preferencial, sobre todo China) eliminan la posibilidad de un modelo de desarrollo autónomo (de ahí los flujos migratorios que, por otro lado, podrían "revitalizar" el Estado de bienestar, bajo otro tipo de políticas, claro).
-Otro ámbito potencial de recursos es América Latina: el "giro político" de algunos Estados (Bolivia o Ecuador) permite que éstos, conscientes de la necesidad de recursos autónomos para desarrollarse, no estén por la labor de ceder más de lo necesario a las transnacionales en materia energética. No son todos, es cierto, pero el gran motor del subcontinente, Brasil (por cierto, creo que es la "excepción" de productividad ejemplar de la que se hablaba hoy en clase), no alcanza por sí sólo y además se ampara en una protección estatal de estos recursos.
-Así pues, África desertificada, América Latina "intentando" (también el equilibrio militar hará presencia aquí, otra vez, tarde o temprano, lamentablemente) un desarrollo "autónomo" (de alguna forma, integrado. Aunque parezca difícil su continuidad, todo el Sub-continente es Estado miembro o asociado del Mercosur; es un comienzo) y los países de la OPEP bloqueando el petróleo (y subiendo).
-Por otro lado (y ya que se nos había medio quedado en el tintero), Rusia acerca posiciones a Irán y los Estados centroasiáticos, al mismo tiempo que se "aproxima" a la UE (más bien a los motores económico y político de Europa, Alemania y Francia).

Si el sistema es un todo, y a Estados Unidos le "salva" el consumo y la compensación del capital financiero, ante la crisis y con una serie de frentes de recursos "hostiles" o potencialmente autónomos (¿un eje París-Berlín-Moscú? ¿Teherán-Moscú?) y el Sudeste asiático como motor real, ¿no es viable una fuga de capitales crítica?
Quizás la crisis interna de Estados Unidos, aunada a las contradicciones teóricas, si se prefiere (no se entiende muy bien que se siga insistiendo, aunque en muchos casos sea más formal que real, en un mercado libre, desde su perspectiva "estatal-nacional" ya que sería más estable, seguramente, un desarrollo productivo más protegido, y más ante tamaña crisis), permitan redefinir, una vez más, el mismo sistema.


NOTA: no pretendo ser "apocalíptico". Puede que la crisis no sea tan demoledora, aunque con los datos analizados (aunque someros), podríamos aventurarnos en otro tipo de geoestrategias. Teniendo en cuenta la hegemonía imperial de EEUU, si se ve obligado a cuestionarse a sí mismo su modelo improductivo y el propio sistema económico mundial, repensar el Estado de Bienestar podría significar repensarlo de otra manera, tal vez de forma más "global" (y más teniendo en cuenta que, en épocas recesivas, los Estados menos desarrollados acusan menos la crisis y se ven obligados a un crecimiento autónomo).

jueves, 11 de octubre de 2007

Madurez democrática

Jueves, 11 de octubre de 2007
Buenas tardes, gente. Esta mañana hemos tenido una "elaboración" del tema de la investigación un tanto movida, pero en fin...finalmente será la integración latinoamericana y el Mercosur nuestro tema de investigación. A ver cómo se presenta y qué tipo de obstáculos se producen allende los mares para que dicha integración se presente tan complicada...
Pero bueno, en realidad lo interesante de hoy ha sido una conversación que he tenido con un familiar cercano hace unos instantes; una discusión que me ha hecho reflexionar sobre la madurez democrática en este país, en este Estado tan "particular". Con alusiones al día de la "bandera" o comoquiera llamársele, con citas a la fiesta nacional de mañana, hemos empezado a debatir acerca de unos mínimos democráticos...¿cómo semejante "paletada" reaccionaria puede honrarse así? Vamos a ver, esta fiesta fue instaurada en la República, de acuerdo. Lo único que se discutía era sobre "la esencialidad" o no de la fiesta nacional: familia, conservadurismo, valores tradicionales...en fin, la "normalidad" nacional de un país bastante sui generis en lo que a nacionalismo se refiere. ¿Por qué? Pues, más que nada, porque aquí no rememoramos nada en particular. En muchos casos se alude a la "virgen del Pilar" (que es lo que es en realidad, en el santoral), y en otros la cuestión "banderil" da lo mismo. ¿Por qué? me vuelvo a preguntar. Pues, otra vez, debido a que desde numerosos sectores se celebran valores reaccionarios, banderas bastardas, decisiones indiscutidas...y digo, "joder, esto es como la Constitución, que no se discute". Y de nuevo ¿por qué? Pues porque las cosas blindadas, resueltas en su día para (quizás) evitar otro conflicto (o acallar intenciones más "peligrosas"), ni duran siempre ni dejan de ser peligrosas. "Hasta que no se alcance un mínimo democrático yo no celebro ni dias de patria ni hostias en vinagre. No es el día de mi patria". El nacionalismo es republicano, se quiera o no, es así. Pero aquí no. El nacionalismo da de comer a muchos obispos, demasiada carga eclesiástica, demasiada historia pesando sobre nosotros en la "servidumbre del buen cristiano". Y encima eso, defender el nacionalismo republicano, cosa que ni es mi meta ni me proponía...y así, envite que te envite, llegamos a la cuestión crucial de la democracia, de los mínimos democráticos, la participación política y la democracia directa...y ¿por qué? "porque no puedes hacer que la gente participe tanto". Y llegamos al meollo de la cuestión, otra vez con un ¿por qué? Ah, es verdad, es que la gente "no quiere participar en política [tanto]". ¿No quiere o se da por supuesto que es así? Y un último "por qué": ¿por qué nos da tanto miedo ejercer nuestra soberanía, nuestro derecho político? ¡¡¡horror!!! es verdad, "que no hay tiempo". ¿fue el ser humano quien inventó el tiempo o es al revés? Hace tanto tiempo que ya no nos acordamos...y se nos olvida y nos recordamos olvidarlo aún más...y vuelvo a decir ¿pero por qué no podemos de una puta vez reclamar, ejercer, opinar, ser dueños responsables y consecuentes de nuestros actos? Claro, no podía ser de otra forma, ¿por qué nos da tanto miedo hacernos mayores, ser maduros, crecer de una puta vez en el ejercicio y el aprendizaje democrático? Por qué, por qué, por qué...son muchas preguntas, ya lo sé. El punto de arranque del conocimiento no es "para qué" [me sirve] sino por qué [sucede, o nos suceden, las cosas]. Nuestro afán de conocer Vs la presunción de que las cosas "son eternas" y así serán por los siglos de los siglos...en fin, todavía mucho que aprender de estas cosas.

miércoles, 10 de octubre de 2007

Diario Aprendizaje

Jueves, 4 de octubre de 2007
Hoy hemos visto en clase una aproximación breve a los diferentes recursos y momentos hegemónicos de las respectivas etapas del modo de producción capitalista. Por una parte, la "maldición" de poseer recursos naturales de forma originaria; la casi totalidad de las regiones del mundo que original o potencialmente eran ricos son actualmente países con menor desarrollo productivo que las grandes potencias o los Estados emergentes (y, cómo no, la lectura del último epígrafe del capítulo XXIII de "El capital", donde Marx analiza la importancia de dichos recursos). En fin, ¿cuál ha sido el gran salto de los Estados emergentes respecto a los recursos naturales? [aquí se puede cuestionar lo mencionado respecto a la "dejadez natural" a que instaría una riqueza incipiente, marcados por la acumulación originaria o lo que Wallerstein, entre otros, llama intercambio desigual entre centro y periferia, más que por una "vaguería innata" determinada por los recursos. La miseria y el "atraso" (otro concepto a cuestionar) hay que tratarlas como producto del expolio, la relación de dependencia...Pero bueno].
Se hace mención al conocimiento como "ventaja comparativa" de la fase de comunicación-información del modo de producción capitalista, bien a través de la innovación (India), bien por imitación de la información y mejora/adaptación contextual de otras formas productivas (Japón). Lo más interesante es la insistencia en las redes sociales, aunque no debemos caer en una relación causal o lineal; las redes sociales son "eso", relaciones, dinámicas, conocimiento colectivo, experiencia vital, individual y colectiva; no se puede trasladar directamente a todos los temas de investigación ("toda la globalización" como red de redes, creo que no es así).
Ah, por cierto, respecto a la visión del budismo ("observa la vida como un río que fluye"), creo que habría muchas cosas que oponer (sumisión activa, individualismo extremo y no colectividad, sistema de dominación de clase-casta hierocrático, en fin, muchas), pero puede servir como forma de "anticipación" al río (igual mañana no hay río y no nos hemos enterado, de tanto mirar).

Miércoles, 10-octubre-2007:

"El hombre superior es aquél que sirve al resto de los seres humanos"-Confucio.
Al hilo de esta cita y de la de Nietzsche (la ventaja de la "mala memoria") aparece una visión un poco idealista bajo mi perspectiva: Nietzsche puede haberse exagerado, pero no tergiversado. No supone un "peligro" en sí mismo, pero sí una vez que la proclamación del "súper hombre" deviene una creencia en la superioridad "real", a partir de la depuración moral del ser humano hasta alcanzar la virtud; pero no es que ésto sea bueno o malo. Igual que la cita de Confucio, que puede verse como un canto al horizontalismo cooperativo pero también como una legitimación de la subordinación al mandarinato, es la proyección real que se produce, pero a partir de ciertos pensamientos: una traslación aristocrática (si no se es capaz de alcanzar la virtud, allá penas), violenta y cerrada (excluyente y agresiva) que de ello se deriva. No obstante, no está de mal recordarlo, traer la "virtud moral" de Nietzsche, aunque no para eliminar a los que no son capaces de llegar a ella, ¿no? Espero...
Sí me llama la atención la cuestión del método: todos los profesores insisten en una metodología apropiada para el estudio, apta para un mejor aprendizaje...con un buen método nos ahorraríamos tiempo, reconvertido a su vez en más conocimiento...un poco más conscientes e ignorantes de nosotros...puede estar bien. Pero no debería verse [el conocimiento] como un mero medio; según avanzamos en la carrera, es normal observar una preocupación por el "futuro próximo". Lo que ya no veo tan coherente (o para mí, al menos, no es así) es que mucha gente considere el conocimiento como "vía para", un medio, en lugar de un bien "en sí mismo", un fin. Conocimiento, ¿fin o medio?