jueves, 11 de octubre de 2007

Madurez democrática

Jueves, 11 de octubre de 2007
Buenas tardes, gente. Esta mañana hemos tenido una "elaboración" del tema de la investigación un tanto movida, pero en fin...finalmente será la integración latinoamericana y el Mercosur nuestro tema de investigación. A ver cómo se presenta y qué tipo de obstáculos se producen allende los mares para que dicha integración se presente tan complicada...
Pero bueno, en realidad lo interesante de hoy ha sido una conversación que he tenido con un familiar cercano hace unos instantes; una discusión que me ha hecho reflexionar sobre la madurez democrática en este país, en este Estado tan "particular". Con alusiones al día de la "bandera" o comoquiera llamársele, con citas a la fiesta nacional de mañana, hemos empezado a debatir acerca de unos mínimos democráticos...¿cómo semejante "paletada" reaccionaria puede honrarse así? Vamos a ver, esta fiesta fue instaurada en la República, de acuerdo. Lo único que se discutía era sobre "la esencialidad" o no de la fiesta nacional: familia, conservadurismo, valores tradicionales...en fin, la "normalidad" nacional de un país bastante sui generis en lo que a nacionalismo se refiere. ¿Por qué? Pues, más que nada, porque aquí no rememoramos nada en particular. En muchos casos se alude a la "virgen del Pilar" (que es lo que es en realidad, en el santoral), y en otros la cuestión "banderil" da lo mismo. ¿Por qué? me vuelvo a preguntar. Pues, otra vez, debido a que desde numerosos sectores se celebran valores reaccionarios, banderas bastardas, decisiones indiscutidas...y digo, "joder, esto es como la Constitución, que no se discute". Y de nuevo ¿por qué? Pues porque las cosas blindadas, resueltas en su día para (quizás) evitar otro conflicto (o acallar intenciones más "peligrosas"), ni duran siempre ni dejan de ser peligrosas. "Hasta que no se alcance un mínimo democrático yo no celebro ni dias de patria ni hostias en vinagre. No es el día de mi patria". El nacionalismo es republicano, se quiera o no, es así. Pero aquí no. El nacionalismo da de comer a muchos obispos, demasiada carga eclesiástica, demasiada historia pesando sobre nosotros en la "servidumbre del buen cristiano". Y encima eso, defender el nacionalismo republicano, cosa que ni es mi meta ni me proponía...y así, envite que te envite, llegamos a la cuestión crucial de la democracia, de los mínimos democráticos, la participación política y la democracia directa...y ¿por qué? "porque no puedes hacer que la gente participe tanto". Y llegamos al meollo de la cuestión, otra vez con un ¿por qué? Ah, es verdad, es que la gente "no quiere participar en política [tanto]". ¿No quiere o se da por supuesto que es así? Y un último "por qué": ¿por qué nos da tanto miedo ejercer nuestra soberanía, nuestro derecho político? ¡¡¡horror!!! es verdad, "que no hay tiempo". ¿fue el ser humano quien inventó el tiempo o es al revés? Hace tanto tiempo que ya no nos acordamos...y se nos olvida y nos recordamos olvidarlo aún más...y vuelvo a decir ¿pero por qué no podemos de una puta vez reclamar, ejercer, opinar, ser dueños responsables y consecuentes de nuestros actos? Claro, no podía ser de otra forma, ¿por qué nos da tanto miedo hacernos mayores, ser maduros, crecer de una puta vez en el ejercicio y el aprendizaje democrático? Por qué, por qué, por qué...son muchas preguntas, ya lo sé. El punto de arranque del conocimiento no es "para qué" [me sirve] sino por qué [sucede, o nos suceden, las cosas]. Nuestro afán de conocer Vs la presunción de que las cosas "son eternas" y así serán por los siglos de los siglos...en fin, todavía mucho que aprender de estas cosas.

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