sábado, 9 de febrero de 2008

Ensayo sobre lo aprendido

Creo que, además de los contactos sociales (más que nada porque eso no es nuevo, lo que pasa es que no lo vemos y tampoco insisten tanto los profesores), podríamos destacar, respecto a esta tan nombrada innovación educativa, los trabajos de investigación realizados por todos los grupos, así como la curiosidad continua que despiertan estas indagaciones: ¿por qué? [insisto, aunque discrepe seguramente de mucha gente; antes del "para qué", el movimiento científico busca las causas, al menos bajo mi punto de vista]. Es cierto que, por lo menos en nuestro caso (MERCOSUR, del que yo personalmente no tenía ni idea de lo que era) y creo que en la mayoría, la búsqueda, análisis y evaluación de los datos recogidos nos ha permitido acercarnos un poco (sólo "un poco", que suele haber bastante tendencia a creer que lo sabemos todo por muchos libros o referencias que hayamos mirado) a la realidad de nuestros ámbitos observados. En ese sentido, me parece una buena forma de trabajar, más que nada porque haciendo eso se aprende, que a fin de cuentas (y por repelente que suene) es lo que importa.
En cuanto a la "teoría en clase", se puede dicutir que tal vez hubiera sido propicio que las dos clases consecutivas que dimos sobre la Globalización económica a la "antigua" (mitad clase magistral, mitad debate económico) se hicieran antes, porque así la aprehensión de algunos elementos de abstracción de los trabajos habría sido más depurada, más "alerta".
Respecto a las exposiciones en clase, es cierto que en la carrera apenas se fomenta la exposición abierta o "en público", y como experiencia es muy instructiva en sí misma. En cuanto a la dinámica seguida, hay que considerar varias cosas: la primera es que existe (o suele existir) una disonancia entre lo que se aprende con el trabajo y lo que finalmente se expone, de forma que juzgar por una exposición (como he leído en algunos comentarios) me parece excesivo. Tanto el miedo escénico (en ocasiones de auténtica patología, no es broma) como la dificultad de expresarse oralmente pueden erosionar la explicación a los compañeras/os. Por otro lado, desde mi punto de vista las exposiciones no tienen ningún fin más que, precisamente, aprender a exponer, así que, obviamente, las reacciones pueden ser múltiples y no precisamente "profesionales" (por mucho que la gente se lo haya trabajado. Por poco que se observe y se escuche, se sabe cuando alguien tiene interés y se lo curra, y pretende compartirlo con el resto, o cuando alguien expone peor por desinterés o simplemente por puro "trámite"; pero esa no es la generalidad). Otra cosa que hay que decir es que, ya que somos todos muy honestos y muy "amigos", efectivamente, nuestros agradecimientos a la gente ya están en el trabajo, así que no me importa repetirlo, pero seré breve: mis sinceros agradecimientos a los que nos tratan de igual a igual, escuchando, trabajando, respetando o, en ocasiones, "soportando" las propuestas, desvaríos, tensiones, "pseudo teorías" y análisis, y sobre todo, el trato personal... a todas ellas, gracias; a los que se "saben" o se "creen" superiores, aquéllos que parece están en posesión del derecho de exigir que escuchen y después ignoran otras exposiciones (no la nuestra, que como era de las primeras no había mucha abstención) o se marchan porque no les apetece (insisto, que no les apetece, despreciando el trabajo de otras personas, no aquéllos que por diversas razones que no me incumben ni a mí ni a nadie se hubieren de marchar) seguir "oyendo el rollo" (textual), o se supone que dan ejemplo para luego dar la callada por respuesta, a toda esa gente...no sé qué hacéis, pero bueno, allá cada cual...
Ah, sí, hay una cosa que Pablo (Bernabéu) tiene razón: el tiempo es esencial para explicar y redefinir bien los temas. Ya que el trabajo es bastante denso y la exposición es muy breve, lo suyo es abrir un turno de cuestiones y un debate [sí, ya sabemos que las asignaturas cuatrimestrales se hacen cortísimas], para seguir con la dialéctica.
En cuanto al blog, he de admitir que esto no era nuevo para mí, porque en Sociología hay un grupo de gente con los que coincidí en verano y entablé alguna "red" de debate y propuesta teórica (y de ralladas mentales), plasmada en el blog "Gestio Scire Omnia" (muy recomendable si no sabeis qué hacer con vuestras elaboraciones o incluso trabajos, cuestiones, etc.).
Bueno, respecto a la relación "estudiante-docente", sólo quiero decir una cosa: esto se supone que es una reseña sobre "lo aprendido". Lo aprendido implica que, si se aprende y aprehende, no puede olvidarse; es decir (aquí viene la antítesis), que si algo no gusta, se dice. Somos MÁS, no somos inútiles (a pesar de la consciencia de "ignorancia" que podamos tener) y sabemos aprender sólos...pero ya sabíamos antes, ¿o no? ¿o es que si no se nos ocurre no "lo sabemos"? ¿O nos lo tienen que decir? Bueno, eso que cada una (es para compensar: mientras que el sujeto masculino universaliza a partir de "un sujeto"=sujeto de derecho [De Cabo dixit] la "otra" o "alter-femenina" no universaliza, sino que es excluída. Como contrapeso, propongo una (de las personas)=una) lo piense. Lo que me lleva a la última conclusión o, más bien, crítica: existe una relación (aún inevitable) entre el poder del profesor y el resto; uno se "sabe" con esa potestad y los demás con esa sujeción, que sólo se altera si aquél se suaviza o se "medio comparte" (eso no se produce nunca o casi nunca) o, también, si desde "este lado" hay un "contrapoder" fuerte. En este caso, veo demasiada alegría por cómo "hemos hecho todo": de acuerdo, hemos trabajado mucho, muchísimo...pero tampoco hemos detentado, más allá de una delegación parcial desde el vértice, el "rumbo" (por ejemplo, en los grupos de trabajo, autónomos sí, pero dependientes). Lo que me lleva a plantear lo mismo que ya se puso en cuestión cuando se celebraron las jornadas de innovación: cada tipo de clase, cada fórmula, cada relación social docencia-alumnado, etc., dependerá de nuestras decisiones...("actúa", diría el Richar-hombre)¿Seremos capaces de llevarlo a cabo, de haberlo aprendido, de tomar conciencia "para sí"? Ahí estamos...
Finalmente, me gustaría hacer una referencia a lo que para mí ha sido de largo una de las cosas más interesantes del cuatrimestre, y lo quiero resaltar precisamente porque creo que se ha dicho continuamente "las cosas están en los libros", etc. Sí, eso es verdad, pero a veces hay libros que son necesarios y suponen un "salto cualitativo" para la comprensión científica de la realidad social: el libro de Sweezy me parece buenísimo. Yo no soy ningún experto de economía, pero no creo que el secreto de la misma sea ocultar las relaciones sociales que la sostienen, ni cerrar de modo abstracto y opaco las disciplinas, de forma que "cada parcela de Ciencia" (como si eso pudiese hacerse o fuera algo consustancial a la Ciencia misma) deviene pequeñas oligarquías universitarias. En este sentido, Sweezy no nos habla de hipótecas "sub-prime" o de datos apabullantes del CIS para desorientar al personal: explica el fundamento social y el funcionamiento del modo de producción capitalista, de modo sencillo ("engancha", que diría un amigo y compañero de clase) y comprensible, lo que tiene más mérito. Seguro que podríamos haberlo leído...o no, ¿quién sabe? Pero, ya que se ha dado la ocasión y últimamente "sólo" (que no es poco) se miran de reojo los libros o no se tienen en cuenta, creo que era honesto reconocer su valía.
Nada más, nos veremos por la Facultad. ¡Buenas noches y buena suerte! Salud
Hasta luego, gente.

viernes, 8 de febrero de 2008

Proletarios del mundo...

Se debatía hace unos días en la radio acerca de la existencia o no, actualmente, de "proletariado". En cuanto a la actualización del "proletariado", podríamos, siguiendo a Daniel Bensaïd, definirlo en términos de "percepción de renta": si proviene del trabajo (exclusivamente), sería "proletariado" (actualizado) y si se deriva de capital, rentas del mismo, activos financieros, etc., sería "burguesía" o "capitalistas". Al respecto, el autor señala que se está generando una proletarización masiva, en tanto en cuanto la dependencia del trabajo es total y crecientemente precaria: se invierte la tendencia, pues, de un trabajo por disfrutar el Estado de Bienestar (con la explotación-exclusión-invisibilidad de "clexo" femenina, que no se olvide, y ya sé que alguna me pondrá pegas a la visión materialista de género-clase)a una subordinación total de toda la unidad doméstica al trabajo (ya no es sólo "un proletario" quien vende la fuerza de trabajo sino "todos" o "ambos"). Siguiendo con su lógica, tampoco creo que sea esa "dependencia" de las rentas lo que lo define; sí, si a lo que se refiere es a "medios de subsistencia" o bienes "necesarios", pero no en términos de las construcciones sociales de clase o "ideología" que, según el ámbito espacio/temporal y la relación con la estructura de clase mundial se generan. Porque en ese sentido, la dependencia de su renta es la "misma" (exponencialmente gigante a favor del sujeto "dominante", y ahora me explico) que la del proletario: obviamente, la dependencia "real" no se parece ni por asomo, pero su explotación determina directamente su "capital" o renta: por armar un poco de bronca, y ya que mucha gente no está "ya de acuerdo", la diferencia de proletarios/burguesía, hoy y creo que siempre, es la dependencia que existe respecto a la extracción de plusvalía. Si fuera el control de la producción, entonces serían "muy débil" la burguesía (o los capitalistas). Dado que en la disonancia entre "clase de pertenencia" y "clase de referencia" se producen, muchas veces, "saltos de clase" (el proletario no sólo no quiere la revolución sino que tiene una "falsa conciencia" de aspiración a la burguesía, por lo cual su máxima oposición sería la huelga y no la revolución armada, y aquí es muy claro el texto de G. LENSKI, "Poder y privilegio", y también E. BALIBAR o I.WALLERSTEIN), la burguesía podría comprenderse a partir de esa dependencia de la explotación: aunque un alto directivo "no controle" (suponiendo que toda su renta provenga del salario) los medios de producción, su "acumulación (y aspiración) incesante" está determinada por la explotación directa sobre los subordinados, en varios niveles jerárquicos. Así pues, la estructura intermedia palia la "base revolucionaria" (no sólo como colchón sino también como aspiración) y depende totalmente de la extracción de plusvalía de aquélla. O también podríamos hacer caso a Negri, admitir que por "proletariado" Marx sólo se refería a una tendencia histórica de vanguardia (de protagonismo histórico me refiero) y aceptar, por tanto, que lo que aparece como "clase emergente" es el trabajo inmaterial. Como tampoco estoy de acuerdo porque ni siquiera en "Multitud", a pesar de la explicación, logra delimitar bien los elementos de abstracción de dicha "clase", la definición de proletariado es algo difícil: ¿dominación, estructuras triples (mediatas, ambiguas o contradictorias, según E. O. Wright) o múltiples de clases? Obviamente, depende de cual es la unidad de análisis (en mi caso, me inclino por el sistema-mundo) pero la posición que en esto juega la extracción (y dependencia) de plusvalía me parece determinante. No sé que creeréis...

viernes, 1 de febrero de 2008

Últimas exposiciones

La última mañana de exposiciones no estuvo mal: ¡ocho presentaciones el mismo día! ¿Cómo sintetizarlo? Bien, parece que, dado que la globalización (fase superior del capitalismo tecnológico/conocimiento avanzado y, que no se olvide, asimétrica) atraviesa el sistema mundial de modo transversal, es lógico que los temas interconecten de alguna forma:

a) En primer lugar, continuando con la dependencia de las economías respecto a los recursos energéticos, tenemos el trabajo acerca del Protocolo de Kyoto, los referidos a India y China (2) y el que versaba sobre la economía egipcia/saudí.
La primera investigación ponía de manifiesto la perversión de los principios medioambientales que supone dicho Protocolo; con un apoyo empresarial masivo (150 multinacionales), el compromiso de los Estados se subordina a dos preceptos: primero, la línea marcada por los principales beneficiarios (UK, Francia y Alemania), y segundo, el uso de innovación tecnológica ("medioambiental", supuestamente) en economías en transición (como en Rusia).
Pero hay que ir más lejos, puesto que "sólo" con la adecuación de recursos (naturales/renovados) y la productividad no se renuevan las estructuras socio-económicas; para muestra, un botón. India, al igual que China, dispone de una mano de obra masiva; una emergencia de la clase media, cierta consciencia de "Estados emergentes" (rivales del Centro) y un cariz nacionalista y de adaptación a las condiciones; pero, además, India cuenta con una cualificación extraordinaria, que le permite obtener ventajas tecnológicas comparativas (ahí está). Sin estar totalmente de acuerdo con la variable "geoestratégica" (no porque no sea importante y ahí están tanto Egipto como Arabia Saudita, sino porque si India es importante, China, bajo ese supuesto, es un continente casi "invulnerable"), me ha llamado la atención la posibilidad de "Chindia" de que hablaban las compañeras; una coalición entre dos "súper" Estados aspirantes al Centro, ¿a la vez? Quizás me equivoque pero igual eso sí era el fin de los tiempos...

b) Los tratados de "libre cooperación" o el imperialismo hegemónico: la (excelente) exposición sobre las relaciones entre USA y México nos demostraron una vez más que la globalización impele a transformaciones devastadoras sobre los entornos (nacionales y) locales; los casos de las maquilas, la concentración/centralización del capital y las condiciones asimétricas del trabajo nos retrotraía a nuestro proyecto de Mercosur, así como la intencionalidad respecto a las "zonas francas" (o "burdel económico estadounidense") de México.

c) Por último, las consecuencias "informales" o a nivel microsociológico de la estructura de la economía mundial; los vacíos de poder aprovechados por las mafias, a nivel local y global, las consecuencias devastadoras sobre los sistemas socio-políticos (la mafia, forma "más depurada del capitalismo". Interesante...) o el volumen de facturación que maneja nos lleva (otra vez, puesto que ya se reflexionó tras el trabajo del narcotráfico y el tráfico de armas) al impacto que la vertiente "invisible" sobre el conjunto sistémico.
Entre otras consecuencias, el problema del acceso a la vivienda es una de ellas; la especulación, los "castillos en el aire" y la falta de regulación aparecieron como el principal elemento determinante de esta diatriba; veremos qué pasa con el "crack" económico (sí, crack, no paran de inyectar dinero y no pueden pararlo. Lógico). En todo caso, lo que sí parece seguro es que se van a producir unas consecuencias funestas para la estructura de clase (de la construcción): una sector que se nutre principalmente de inmigración, sobre todo por la sobre-explotación (ilegal) que pueden imponer determinados contratistas.
Distinguidos por clase, por salarios y por status, es bastante coherente, y más en un país racista, heredero de la intolerancia religiosa y el integrismo xenofóbo (por lo menos, 400 años. No está mal), que se produzca esa "socialización diferenciada" de la que hablaban las compañeras que exponían (Díez Nicolás añadiría a eso, "asimilacionismo cultural"), lo que no es nuevo: la zona Sur de Madrid está llena de pueblos y barrios de clase, nichos diferenciados por clase obrera. Lo grave es que ahora, a eso, se añade la asimetría étnica o racial (de fundamento falso, claro); aunque más que racial, lo que se va demostrando es que es una inmigración (y su percepción) de clase: no es la misma "etnia", ni su interiorización, los africanos subsaharianos que los que provienen de Puerto Rico; ¿nichos de inmigración? por supuesto, es la consecuencia dantesca que un modo de producción egoísta, desigual y reproductor de sus propias contradicciones provoca. Así es la economía mundial, interesante...y letal. Hasta luego, gente.