viernes, 1 de febrero de 2008

Últimas exposiciones

La última mañana de exposiciones no estuvo mal: ¡ocho presentaciones el mismo día! ¿Cómo sintetizarlo? Bien, parece que, dado que la globalización (fase superior del capitalismo tecnológico/conocimiento avanzado y, que no se olvide, asimétrica) atraviesa el sistema mundial de modo transversal, es lógico que los temas interconecten de alguna forma:

a) En primer lugar, continuando con la dependencia de las economías respecto a los recursos energéticos, tenemos el trabajo acerca del Protocolo de Kyoto, los referidos a India y China (2) y el que versaba sobre la economía egipcia/saudí.
La primera investigación ponía de manifiesto la perversión de los principios medioambientales que supone dicho Protocolo; con un apoyo empresarial masivo (150 multinacionales), el compromiso de los Estados se subordina a dos preceptos: primero, la línea marcada por los principales beneficiarios (UK, Francia y Alemania), y segundo, el uso de innovación tecnológica ("medioambiental", supuestamente) en economías en transición (como en Rusia).
Pero hay que ir más lejos, puesto que "sólo" con la adecuación de recursos (naturales/renovados) y la productividad no se renuevan las estructuras socio-económicas; para muestra, un botón. India, al igual que China, dispone de una mano de obra masiva; una emergencia de la clase media, cierta consciencia de "Estados emergentes" (rivales del Centro) y un cariz nacionalista y de adaptación a las condiciones; pero, además, India cuenta con una cualificación extraordinaria, que le permite obtener ventajas tecnológicas comparativas (ahí está). Sin estar totalmente de acuerdo con la variable "geoestratégica" (no porque no sea importante y ahí están tanto Egipto como Arabia Saudita, sino porque si India es importante, China, bajo ese supuesto, es un continente casi "invulnerable"), me ha llamado la atención la posibilidad de "Chindia" de que hablaban las compañeras; una coalición entre dos "súper" Estados aspirantes al Centro, ¿a la vez? Quizás me equivoque pero igual eso sí era el fin de los tiempos...

b) Los tratados de "libre cooperación" o el imperialismo hegemónico: la (excelente) exposición sobre las relaciones entre USA y México nos demostraron una vez más que la globalización impele a transformaciones devastadoras sobre los entornos (nacionales y) locales; los casos de las maquilas, la concentración/centralización del capital y las condiciones asimétricas del trabajo nos retrotraía a nuestro proyecto de Mercosur, así como la intencionalidad respecto a las "zonas francas" (o "burdel económico estadounidense") de México.

c) Por último, las consecuencias "informales" o a nivel microsociológico de la estructura de la economía mundial; los vacíos de poder aprovechados por las mafias, a nivel local y global, las consecuencias devastadoras sobre los sistemas socio-políticos (la mafia, forma "más depurada del capitalismo". Interesante...) o el volumen de facturación que maneja nos lleva (otra vez, puesto que ya se reflexionó tras el trabajo del narcotráfico y el tráfico de armas) al impacto que la vertiente "invisible" sobre el conjunto sistémico.
Entre otras consecuencias, el problema del acceso a la vivienda es una de ellas; la especulación, los "castillos en el aire" y la falta de regulación aparecieron como el principal elemento determinante de esta diatriba; veremos qué pasa con el "crack" económico (sí, crack, no paran de inyectar dinero y no pueden pararlo. Lógico). En todo caso, lo que sí parece seguro es que se van a producir unas consecuencias funestas para la estructura de clase (de la construcción): una sector que se nutre principalmente de inmigración, sobre todo por la sobre-explotación (ilegal) que pueden imponer determinados contratistas.
Distinguidos por clase, por salarios y por status, es bastante coherente, y más en un país racista, heredero de la intolerancia religiosa y el integrismo xenofóbo (por lo menos, 400 años. No está mal), que se produzca esa "socialización diferenciada" de la que hablaban las compañeras que exponían (Díez Nicolás añadiría a eso, "asimilacionismo cultural"), lo que no es nuevo: la zona Sur de Madrid está llena de pueblos y barrios de clase, nichos diferenciados por clase obrera. Lo grave es que ahora, a eso, se añade la asimetría étnica o racial (de fundamento falso, claro); aunque más que racial, lo que se va demostrando es que es una inmigración (y su percepción) de clase: no es la misma "etnia", ni su interiorización, los africanos subsaharianos que los que provienen de Puerto Rico; ¿nichos de inmigración? por supuesto, es la consecuencia dantesca que un modo de producción egoísta, desigual y reproductor de sus propias contradicciones provoca. Así es la economía mundial, interesante...y letal. Hasta luego, gente.

No hay comentarios: