viernes, 18 de enero de 2008

Primera semana de exposiciones

Miércoles, 16 de enero de 2008

Antes de exponer nuestro trabajo de investigación (Mercosur), unos compañeros han mostrado una investigación social acerca de la Inversión extranjera directa como factor clave del desarrollo autónomo en ámbitos en vías de desarrollo. Respecto a nuestro trabajo, es interesante ver cómo la diversificación productiva por zonas geográficas crea un diferencial estructural en lo que Harvey llama "geografías del capital" (por ejemplo, Alemania respecto a Brasil, lo que explica en parte la ventaja tecnológica comparativa de éste respecto al resto de Estados miembros de Mercosur). También explicaron por qué la escasez de capitales en algunos países determinan no sólo su crecimiento, sino también la atracción de más IED (que también explicamos en nuestra investigación, respecto a todos los ámbitos y sobre todo por las asimetrías geográficas creadas). En otro orden de cosas, se habló del medio ambiente como factor estratégico del desarrollo capitalista, no sólo por la adaptación de que es capaz el sistema, sino también por la dependencia que en nuestro marco de estudio tienen los países respecto a los recursos naturales, creando un círculo vicioso en el que la dependencia del desarrollo choca con la necesidad de protección medioambiental, esto es, la hipocresía de las clases privilegiadas reclamando compensación ecológica justo en el momento en que otros dependen de esa "contaminación" para sobrevivir. Aquí jugarían dos factores, también presentes en todo el sistema-mundo: lo que los compañeros han denominado "eco-imperialismo", por un lado, y el dumping ecológico (y social), por otro.
La deslocalización empresarial (y las regulaciones insuficientes) han llevado también al conflicto por los recursos no renovables y las alternativas renovables, lo que nos lleva directamente a uno de los temas expuestos al día siguiente, el de la energía mundial.

Jueves, 17 de enero de 2008

Fundamentalmente, en lo que se refiere a nuestro ámbito, América Latina detenta un 8.5 % de las reservas de petróleo mundial, y un 4% del gas natural, lo que explica la relación de intercambio desigual (y de dependencia) entre el centro (que necesita esos recursos energéticos) y la periferia-semiperiferia latinoamericana (que, o bien los transfiere por necesidad, o pretende monopolizar ahora los recursos). La reformulación de los recursos energéticos a nivel mundial pone de manifiesto que el giro adoptado en América Latina, con Estados en auge por el control de sus propios recursos, entrará en conflicto con la necesidad energética del Centro de la economía-mundial por aquéllos; y, en el plano interno, supone la diatriba entre aquéllos partidarios de nuevas fuentes de energía (como los biocombustibles en Brasil, y en parte en Argentina), y los que pretenden explotar sus propias fuentes (caso exiguo el de Paraguay y sobre todo Venezuela). Más aún, en último término no sabemos si lo que conlleva es un conflicto o si, de ser capaces de llevar a cabo una mínima integración político-jurídica, Mercosur puede convertirse en una fuente alternativa y muy cuantiosa de energía en el ámbito de la economía-mundo capitalista.
Por último, la otra exposición versaba sobre la "Deslocalización" (de proximidad y de lejanía), como división del proceso productivo en cuanto diversificación e integración en la economía mundial. A lo que a nuestro sujeto de observación se refiere, la deslocalización es de lejanía, puesto que lo que se busca es una eficiencia económica directa e inmediata, mediante los bajos costes salariales (aunque sólo sea posible si se tiene tecnología, de ahí que la deslocalización sea industrial). Respecto a MERCOSUR, como el resto de las organizaciones económicas mundiales, instaban al fomento de la deslocalización industrial, agravando la situación de dependencia de los países en vías de desarrollo, lo que confimaba nuestra tesis de desarrollo económico desigual o regionalismo abierto y asimétrico (favorable a Brasil), como factor de "proteccionismo liberal" al desarrollo de mercados ya estructurados y concentrados. Más allá de las regulaciones privatizadoras o la creación de infraestructuras comerciales, el peligro de las deslocalizaciones con todo el "expolio de recursos" que para los países en ciernes de desarrollo económico autárquico o regional supone el intercambio desigual, está presente en todo el proceso globalizador (hegemónico). Un poco pesimista, lo sabemos, pero es lo que hay. Un proceso de globalización imperial que contiene en sí ese germen contradictorio de la acumulación incesante (y el beneficio egoísta), cada vez a más corto plazo, y el deseo de cierto crecimiento interno que permita unas mínimas condiciones de bienestar autogenerado. Veremos las próximas exposiciones.

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