sábado, 8 de diciembre de 2007

Potencias emergentes y hegemonía

La prensa se hace eco en fechas recientes de las consecuencias del cambio de ciclo económico (El País del jueves, 6 de diciembre; Público de la misma fecha; EL MUNDO, de 7 de diciembre de 2007). A nivel macro se produce una caída del crecimiento en los procesos de centro, una recesión de las que Samir Amin denomina "tríadas económicas": Japón, la zona euro y EEUU se desaceleran, pasando de un 1,9 % PIB al 1,6, del 2,6 al 1,9 y del 2,2 al 2% PIB en cuanto a crecimiento, respectivamente. Enfrente, China, Rusia e India prosiguen un ritmo de crecimiento rápido que, aunque se desacelerará, no bajará en el caso de China del 10.7%. El descenso más acusado se observa en la zona euro, y la sobre-explotación que se generará con la entrada de un ejército de reserva del Este permitirá una recuperación efímera: pan para hoy y hambre para mañana. Ni EEUU, ni la UE, ni mucho menos Japón, pueden parar la progresión de los otros tres Estados "aspirantes" a centro del sistema. En el caso de Rusia, relanzado por la legitimación de las últimas elecciones, Putin parece dispuesto a disparar la innovación tecnológica (especialmente en materia militar) y a negociar con otros "ejes del mal", entrando en una dinámica peligrosa de conflagración internacional: Irán, India, el Ártico...
Sin embargo, antes de emprender "viajes conflictivos", tendrá que consolidarse otra vez como una máquina de productividad: actualmente depende más de una oligarquía rapaz que de una economía de crecimiento (ni siquiera de autarquía).
En el sudeste asiático, India "aparece" impulsada por sus ventajas tecnológicas de última generación, lastrada por las desigualdades y asimetrías poblacionales y regionales del país. ¿Y China? Lleva décadas llamando la atención por su condición de "fábrica del mundo", pero ahora, además, reúne dos condiciones esenciales para optar a potencia hegemónica: por un lado, la expansión militar es impresionante (no voy a entrar en detalles de armamento, para eso está Verstrynge), con un desarrollo de tecnologías asimétricas respecto a la mayoría de los Estados (a excepción, hoy por hoy, de EEUU). Por otro, la cuestión que creo debiera considerarse fundamental: además de ser potencia militar, financiera y económica, lo que le "falta" (ya lo es) es ser comercial. Amparados en la sobre-explotación y el dumping comercial y social que fomenta China, las potencias de centro se resisten (sin éxito) a ser arrasadas por el dragón asiático: la relación hipócrita con las potencias occidentales (como si no existiera el dumping social aquí) puede verse subvertida con la nueva ley laboral china. Si se lleva a cabo "medianamente", las relaciones sociales de producción estarán "reguladas" por un salario que obedecerá simplemente, en principio, al ámbito regional, no a una esclavitud desmesurada. Y ahí sí que ni la UE ni USA, ni Japón...ni nadie podría argumentar que su mayor productividad se justifica por la esclavitud, sino por unos recursos humanos impresionantes (además de, obviamente, porque el capitalismo "autoritario" [creo que todo el capitalismo lo es] de partido es más eficiente). Reconocidos "sus" derechos, la productividad puede, a corto plazo, menguar algo...pero estamos hablando de niveles del ¡11% PIB anual! ¿Quién va a parar eso? En fin, las decadencias económicas del centro hegemónico se han sustentado en el imperialismo y/o en las guerras regional-mundiales...¿hacia dónde mirar esta vez? Corea del Norte está demasiado cerca de China [y, si se mosquean, pueden entrar por Kamchatka]...¿Irán? ¿Pakistán? ¿O será, una vez más y van unas cuantas, centro-europa el eje del conflicto? [de momento, Kosovo no pinta muy bien y hay unos cuantos intereses geoestratégicos...]

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